5 cosas sencillitas que puedes hacer ahora mismo para mejorar tu vida

Digo “sencillitas” porque son de rápida implementación, no porque sean fáciles de mantener, y menos a largo plazo.

Pero por algún sitio hay que empezar, ¿no? 🙂

Sin más dilación…

1- Tira la comida basura (aunque no creas que lo sea)

Comida basura no solo son las pizzas congeladas o para calentar, las frituras, las salchichas hechas de a saber qué o los pasteles industriales.

Es cierto que hay comida más mierda que otra. Pero creo que la discusión “¿Qué es mejor, tabaco negro o rubio?” es un poco tonta, ¿no?

A ver, vale, tampoco exageremos. Hay productos que no son la panacea pero dentro de lo malo, podría ser peor, vale.

La historia es que poco a poco vayas reconociendo como “caca” cosas que antes no solías hacerlo.

Aparte de dejar de comer la caca que todo el mundo reconoce como tal.

Las galletas, los cereales de desayuno, los postres lácteos tipo flan o natillas y muchos yogures, los embutidos, muchas salsas y aderezos, cualquier tipo de comida precocinada, zumos, batidos, patatas fritas y derivados…

Por lo general, desconfía de aquello que venga en una caja o envase.

Da igual lo enriquecidos que estén en vitaminas, hierro y fibra… Huye.

2- Pasa más tiempo de pie (empieza ahora)

Levántate y anda. O al menos levántate 🙂

En serio. Anda mientras hablas por teléfono, o mientras hablas con tu pareja o tu familia.

Anda mientras piensas.

Y si no, quédate de pie.

Si tienes que escribir en el ordenador, intenta que sea de pie.

Bien ayudándote de un escritorio ajustable en altura o directamente alto, o bien apañando tú una caja o lo que sea para que puedas escribir con comodidad.

Si tienes que esperar, hazlo de pie.

Por supuesto, si puedes andar, como he dicho antes, mejor. Pero por lo menos no te sientes tanto.

3- Sustituye al menos una de tus sillas por una fitball (una pelota de estas grandes de goma)

Relacionado con el punto anterior, cuando no haya otra que sentarse, ¿qué tal si lo haces sobre una pelota gigante? ^^

Infinito mejor que sobre una silla, te lo aseguro.

Para empezar no tienes respaldo, por lo que debes activar tu espalda y estás más pendiente de mantenerla recta.

Por otro lado, tienes que mantener un mínimo de equilibrio, tomando un papel mucho más activo que cuando te sientas en una silla tradicional.

Una pelota de estas no te cuesta mucho en cualquier tienda de deportes.

Son habituales en disciplinas como yoga o pilates, así como complemento de otros tipos de entrenamiento corporal.

Así que aparte de como silla, puedes darle muchos otros usos 🙂

4- Escribe en papelitos visibles recordatorios de objetivos y estrategias para los momentos bajos (papelitos o “post-it”)

La idea de esto es que tengas por tu habitación, despacho o casa pequeñas notas en las que te recuerdes algunas cosas tipo:

+ Por qué haces lo que haces (por qué comes saludable o no comes porquerías; por qué haces deporte; por qué pasas tiempo con tu familia…).

+ Qué pretendes conseguir con determinadas acciones.

+ Lo bien que te sientes cuando consigues lo que te propones y otras frases de ánimo.

+ Alternativas a tentaciones o estrategias para momentos de procrastinación.

De esta forma podrás recordarte cada día tus porqués, darte ánimo cuando lo necesites, y ayudarte a tomar la mejor decisión en momentos de duda o tentaciones.

5- Sal a que te dé el sol aunque solo sea un poco (aunque sea en los brazos, aunque sean 5 min)

Tantas y tantas horas enclaustrados. En casa, en la oficina…

Entrando y saliendo de noche a veces.

Volviéndonos vampiros y olvidando lo que es la luz del sol.

Haz lo que sea para dejarte acariciar, aunque solo sea un ratito, por los rayos solares.

Que te dé en la cara al menos. Y si puedes, remángate y deja que se calienten tus brazos y manos.

Evidentemente, lo ideal es dar un paseo y permitir que el sol llegue a más zonas de tu piel, pero tampoco nos vamos a poner exquisitos.

Si puedes hacer más, ok. Pero si no, no dejes de hacer lo poco que puedas.

Esa luz no solo te va a quitar la cara de zombie, sino que va a permitir que produzcas la maravillosa vitamina D.

La falta de esa vitamina está asociada a muchos problemas, y cualquier dolencia que quieras mejorar, casi seguro que va a venirle bien esta vitamina, de manera más o menos directa.

Así que sal ahí fuera y cosecha tus unidades lumínicas 🙂

Y hasta aquí los 5 consejos.

No te agobies que son solo 5, ¿eh? 😉 Y creo que bastante fáciles de llevar a cabo.

Aun así, empieza por uno si quieres, y ya vas añadiendo más poco a poco.

A tu ritmo, on your own ^^

Deja un comentario