¿Te sientes a gusto con la idea de dedicar tu vida a un área en particular? ¿O más bien te hace sentir un tanto incómodo?
Hasta que la muerte os separe…
Normalmente una persona suele tener diferentes intereses, repartidos en distintos ámbitos de su vida, y relacionados en muchas ocasiones con los objetivos que persigue en cada área (por ejemplo salud, carrera profesional, relaciones, ocio, entorno…).
Hasta aquí todo muy obvio.
Una vida, ¿una profesión?
Pero si nos centramos concretamente en el ámbito profesional, suele ser bastante común el focalizar y concentrarse en un sector, una profesión (que puede ser más o menos variada, pero sigue siendo una).
Podríamos decir que, en la mayoría de los casos, es lo que “se espera”.
Evidentemente hay a quien le gusta este camino y su meta es aprender y saber todo lo humanamente posible de una determinada temática, a veces muy concreta.
De hecho, es lógico que al profundizar en un área, vayas especializándote en un aspecto de la misma, pudiendo llegar a la hiperespecialización, o dominio de una parte muy pequeña de dicho sector.
¿Pero y si este modus operandi no es lo que te sale hacer?
¿Y si resulta que tienes muchos intereses y no te apetece ni profundizar demasiado ni conformarte con una sola cosa?
Las personas emprendedoras, por ejemplo, suelen ubicarse en este segundo grupo.
Les gusta crear valor en distintos entornos, con modelos de negocio diferentes, trabajar de una manera u otra según el contexto y el tipo de emprendimiento… Vamos, que les suele gustar cambiar de aires y probar cosas nuevas, aprender de esto y aquello y moverse en diferentes ambientes.
Los artistas suelen ser también personas “renacentistas”, es decir, que gustan de tocar palos diversos, experimentar, no profundizar demasiado, fluir con el momento, nutrirse constantemente de creatividad, etc.
No existe una única forma de dar cabida a todos tus intereses y satisfacer tu modo de vida.
+ Hay quien puede repartir entre profesión y hobbies.
+ Hay quien decide tener más de una profesión (simultáneamente o en diferentes etapas).
+ Otra opción es mezclar diferentes intereses y crear un nicho de mercado a partir de ellos.
+ O bien trabajar en una temática que sea lo suficientemente amplia como para abarcar todo lo que te gusta (o gran parte, al menos).
+ O incluso utilizar uno de tus intereses como medio de exploración y comunicación de ideas (en las cuales se hayan otros intereses).
La escritura o la fotografía pueden ser medios que te permitan moverte en temáticas que te atraigan. Por ejemplo escribir sobre surf.
+ Puedes dedicarte también a distintas cosas que te gustan por etapas. Periodos de tiempo que pueden ser meses o incluso años.
Un periodo con una cosa, el siguiente con otra…
Como ves, hay muchas alternativas 🙂
¿Te sientes identificado de alguna forma con alguna de estas ideas? O con varias…
¿Eres de los que no le gusta profundizar en las cosas y antepones la variedad, el saber poco de mucho?
Puede que te guste saltar de un tema a otro, o pierdas interés cuando ya has captado cómo funciona o has resuelto algún problema al respecto.
Ahora bien, ten cuidado con confundir este modo de interacción con el mundo y el estar pasando por un momento de apatía o dispersión, o de crisis de no saber qué diantres hacer.
Recuerda que no es que no te termines conformando con nada, sino que optas por pellizcar un poco de mucho.
Pero ello no significa que no tengas dedicación en lo que trabajas o que lo aborrezcas a los 5 minutos.
Se trata, más bien, de dejarse guiar un poco por la intuición, la energía y la ilusión, lanzándote de lleno en algo. Y cuando esas ganas desaparecen, mejor descansar o cambiar de tópico.
Así pues, el mensaje es que
No tienes que dedicarte a una única cosa toda la vida, ni siquiera en un momento dado
En muchas ocasiones, saber un poquito de muchos temas puede ser realmente útil: te puede dar una idea de cómo funciona algo, de a qué fuentes acudir para resolver dudas, te ayuda a tener una visión global de un sistema…
Y además puedes charlar de casi todo con la gente, lo cual también resulta interesante 😉
En definitiva, no temas ir en contra de lo común o lo estándar.
Es preferible ser “el raro feliz” a “el normal desangelado” 🙂
Hola Lau, me parece muy interesante este post. Yo creo que la especialización es para los insectos. Hay que saber de todo… otra cosa es que si algo te gusta le dediques tiempo, pero no todo. Y menos aun en el ambito profesional. Si hay algo que verdaderamente te despierta eso, es porque es lo suficientemente amplio para que quepan todos tus valores…
Aunque hay de todo en esta vida y otras personas pensarán otras cosas.
Gracias y saludos!
Gracias a ti de nuevo, Laure ^^
Yo pienso igual. Me encanta aprender de todo y aunque sea mojar la punta del dedo aquí y allá… jaja.
Eso sí, hay que saber organizarse para no volverse loco con tantas cosas y tan diversas. Ahí ando yo 🙂
Hola de nuevo Lau, me parece un artículo buenísimo. Debo confesar que desde que lo he leido me has dado que pensar… dices que no hay que confundir querer saber un poco de todo con una crisis de no saber que hacer… pero, ¿crees que es posible que ocurran las dos cosas a la vez?
Yo no me imagino toda mi vida haciendo una misma cosa, pero muchas veces he pensado que eso es porque no he encontrado nada que me guste “lo suficiente”. Y sí, admito que soy de esas personas que no sabe que ******* hacer jaja. Sin embargo, desde no hace mucho me estoy dando cuenta de que hay muchas cosas que me gustan (me da por un tema y busco información y leo y leo… hasta que a las semanas o meses paso a otro tema…). No se si eso me ayuda o me complica las cosas, porque a pesar de haber dicho que no me imagino toda la vida en lo mismo… si pienso en que tendré que ir probando y probando hasta dar con algo me entra una especie de “agobio existencial”.
Quizás solo es miedo a equivocarme (siento que me equivoqué al elegir mi carrera, aunque decidí terminarla pero de otra forma y a mi ritmo y aun estoy en ello… y me asusta un poco que eso vuelva a pasarme). A lo mejor tengo que verlo de otro modo: en vez de buscar algo que me guste “lo suficiente”, puedo buscar o profundizar algo más en todo lo que ya me gusta…
Gracias por hacerme reflexionar!! Después de leerte y de escribir este comentario veo algunas cosas más claras 🙂
Saludos Lau!
Hola otra vez, Eva! 😀
Otro ratito de charla contigo, great! ^^
Si te ha hecho reflexionar, eso ya me encanta. A veces uno se pone a pensar y/o escribir y van saliendo cositas.
Respecto a tu pregunta: sí, por supuesto, esa opción es totalmente posible; puedes ser una persona que gusta de nutrirse de muchos campos y a la vez se sienta perdida en cuanto a qué enfocarse. Incluso una persona que ha tenido siempre clarísimo su camino puede cambiar de parecer llegado un momento. Tan sencillo como que cambiamos constantemente y en ese cambio entran valores, gustos, prioridades… O puedes ser una persona que pase de picotear aquí y allí a querer profundizar en algo, ¿por qué no? Lo guay de todo esto es que uno está abierto a cualquier opción, así como al ir de un polo a otro.
Yo creo que hay mucha barrera con el tema de cambiar (sobre todo radicalmente) de profesión, porque de algún modo nos identificamos con ello, con esa imagen de nosotros, con esas formas, esos entornos… Y dejar todo eso atrás es dejar atrás una parte de nosotros mismos. Y da miedo, claro. Y he dicho de profesión porque es de lo que estamos hablando ahora, pero cambiar en general significa un poco eso, el despedirte de parte de ti (incluso aunque no te termine de convencer esa parte).
La idea que tú propones de que quizás no hayas encontrado algo que te guste lo suficiente puede ser. Pero también puede ser que ocurra esto que estamos comentando de que en realidad busques simplemente un trabajo que te aporte mucha variedad de estímulos, un trabajo que te permita reinventarte con frecuencia, o incluso varios trabajos en paralelo que puedas compaginar 🙂 (¿no es genial que haya tantas opciones?).
Me siento muy identificada con lo que comentas de buscar info sobre un tema y empaparme, y luego otro tema, o incluso solapo… Lo del “agobio existencial” también lo he vivido mucho jaja. Te entiendo, de veras. Es cierto que este tema y esta dinámica puede llevar un poco al punto de obsesión y patrón mental modo bucle de “no sé qué me gusta, parecía que era esto, pero en realidad tampoco tanto… Y luego me flipo con esto otro y parece que sí pero… nop, etc.”. Darse cuenta de esto también es importante. Aceptar con calma el que te gusten muchas cosas, o que te guste activar ideas más que desarrollarlas, o que te encante organizar proyectos muy distintos… O darse cuenta de que en realidad todo tiene algo en común que puedes potenciar o que es lo que realmente necesitas y ya está (por ejemplo es interactuar con gente o aprender e investigar sobre distintos temas…), igual te gusta ser divulgadora o profesora de mil cosas o sencillamente transmitir ideas de la forma que sea (conferencias, talleres, vídeos…).
Miedo va a haber siempre 🙂 Lo que marca la diferencia es trabajar en ese cambio de actitud que te haga seguir moviéndote a pesar del miedo, en esa actitud que abrace los “errores” porque no son errores en realidad, sino aprendizajes, sucesos que te ayudan a crecer, a conocerte y, quién sabe, quizá a tirar por ese camino que jamás se te hubiera ocurrido si no te hubieras tropezado con esa piedra. ¿Ves la potencia que tiene?
Al final, aunque pueda sonar muy metafórico o metafísico jaja, se trata de entregarse a la vida, de ir hacia aquello que te interesa (aunque no te apasione, no pasa nada, al menos te gusta de algún modo) y ya por el camino vas ajustando, aprendiendo de cada piedra con la que te tropieces y coleccionando esos momentos como pequeños puntos de control en tu vida que te hacen avanzar mucho más que el parón que pudieran parecer a priori. De hecho, tú misma ibas por esta idea cuando comentas al final lo de “profundizar en lo que ya me gusta”. Es que va por ahí la cosa; se trata de orientarte hacia allí, sin más. Poner el rumbo hacia esas aguas con actitud de aprender y descubrir, sin agobiarte por si es eso o no, simplemente disfrutando de las experiencias 🙂
Un súper abrazo, Eva! ^^
Cuando estaba en la preparatoria no sabia que carrera escoger me gusta las cosas relacionadas con la robótica y también me llamaba la atención la contabilidad y la arquitectura y pues a fin de cuentas quería aprender de todo tiempo después me metí a estudiar una ingeniería aún no la termino y ya metí una licenciatura y me gusta me siento bien me gusta saber un poco de todo y espero poder seguir aprendiendo y refinar cosas que pues necesito y son de interés se que tendré muchas experiencias nuevas y me emociona pensarlo