Pues sí, por más manida que esté la frase es así.
Al final va a resultar que es verdad…
Ama todo.
Ama aquello desagradable que sientas. Acepta y ama.
Porque cuando amas, todo se transforma
Aprendes a mirar de otra forma.
Aprendes que el dolor puede ser liberación.
Aprendes a vivir la presencia y la ausencia con el mismo disfrute.
Aprendes a abrazar cada momento.
Porque todo te da algo, absolutamente todo. Entrégate.
¿Y cómo te amas a ti?
- Cuídate, mímate.
- Conócete, a todos los niveles; tómate tu tiempo.
- Permítete ser como tú quieras ser en lo más profundo de ti.
Y desde ese lugar, desde tu presencia en ti, desde esa sonrisa en tu interior, mira el mundo.
Estate contigo y vive cada momento como tú quieras.
Crea felicidad desde cada ahora.
Y nada más.