¿Darte cuenta de qué? De TODO.
Bueno, de todo lo que puedas 🙂
El secreto de la felicidad es justo eso, darte cuenta. Darte cuenta de lo que eres, darte cuenta de lo que haces, darte cuenta de lo que tienes.
Darte cuenta significa tomar consciencia
Al final todo se basa en la toma de consciencia y la toma de responsabilidad, y desde ahí actuar.
¿Alguna vez has experimentado un “momento ahá”? Es ese instante en el que entiendes, en el que algo hace clic en tu cabeza.
Cuando el entendimiento que tienes es sobre ti, sobre alguna cosa que te caracteriza o algo que haces o dices o habías tenido delante de tus ojos pero no te habías dado cuenta, entonces es casi que apoteósica la sensación.
En ese momento cambias
Tu actitud cambia, tu percepción cambia. Ves el mundo diferente. Ves al otro diferente.
Comprensión, paciencia, compasión. Ya no te afecta como antes lo que ocurra “ahí fuera”.
Puedes enfocarlo desde donde quieras, pero sigue siendo lo mismo
Depende de la persona que seas, depende del punto en el que te encuentres, te encajará más o menos un lenguaje u otro, un contexto u otro.
Desde la biología, desde la psicología, las emociones, la espiritualidad… Son distintos niveles, pero siempre consiste en lo mismo.
Emocional, biológico, espiritual… Cada uno tiene sus conceptos, pero al final vienen a explicar lo mismo de distinta manera.
Se habla de lo mismo pero en otro lenguaje o añadiendo capas y características del elemento o concepto que sea. Son diferentes perspectivas, diferentes descripciones de la misma cosa.
Todo está interconectado
Emociones, pensamientos, fisiología, enfermedades…
¿Has oído hablar de la epigenética? En mis tiempos de estudiar biotecnología fue una de esas cosas que me gustó.
Básicamente es como se llama a cómo afecta el ambiente al ADN, lo cual convierte nuestro material genético en algo bastante dinámico (para nada una secuencia de información sin más que no puede ser alterada).
La epigenética nos enseña que, literalmente, lo de ahí afuera puede afectar a nuestra esencia humana.
Y cuando digo “ahí fuera” me refiero no solo a clima o cualquier cosa que nos pase físicamente, sino a emociones, procesos orgánicos del cuerpo, pensamientos…
La psiconeuroinmunología estudia precisamente este tipo de interacción: la mente y la biología en su hermoso baile.
Todo afecta a todo.
A cómo eres físicamente, a cómo ves el mundo (creencias, valores…), a quién eres.
Si actúas sobre los pensamientos, las emociones o el cuerpo, vas a afectar a lo demás
Y si nos vamos a un plano más espiritual, quizá sea más eficiente trabajar a un nivel superior, pues pensamientos, emociones o fisiología pueden ser al fin y al cabo efectos de algo mayor.
Quizá todo esto que vemos y sentimos y experimentamos, son solo consecuencias palpables de “otras cuestiones superiores”.
Observa, toma consciencia y responsabilidad, y luego actúa
Esto va de usar lo que a ti te funcione de cada herramienta que descubras en tu camino, y conocerte a ti mismo.
Tú no eres el personaje del videojuego, eres el jugador que juega
El sufrimiento es un error de percepción
Ahora me pongo mística a tope. Sí, más.
El sufrimiento es un error de percepción: si te paras a observarlo, se disuelve; comprendes que en realidad no hay sufrimiento, lo trasciendes.
Cuando sufres, es simplemente un aviso para que te detengas a observar, porque algo estás percibiendo erróneamente, no estás mirando bien, vuelve a mirar.
Ama todo. Esa es la solución.
Todo es hermoso, todo son experiencias.
No trates de controlar el mundo, sencillamente siéntate y disfruta del espectáculo
Decide conscientemente mirar la vida con otros ojos.
No estés en lucha, de ahí viene tu sufrimiento, de esa lucha de querer que las cosas sean como tú quieres.
Cuídate, conócete y ante todo ámate, es el camino para darte cuenta.
No es broma ni simplifico cuando digo que todo se reduce a amar.
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