Trabajando más desde dentro que desde fuera (o por qué las cremitas anti-acné no sirven de mucho si sigues comiendo porquerías)

Admitámoslo: vamos a lo fácil.

Sí, yo también. No me voy a coronar de santa.

La diferencia está en que algunos, poco a poco, nos esforzamos en hacer lo que consideramos mejor, aunque no sea lo más fácil ni rápido.

No siempre caminas hacia adelante. A veces retrocedes, y bastante.

Dice una canción de Warcry:

En la vida no todo es avanzar, a veces un paso atrás

No podría estar más de acuerdo. Y ya que estoy te recomiendo escuchar la canción completa, muy buena para momentos de bajón de los gordos; se llama Tú mismo.

Como decía,

Es habitual ir a lo fácil

La pastillita, la liposucción, la claudicación, el helado “quita-penas”, el fingir, la mentira, el trabajo “seguro” pero vacío, la distracción, la evitación, la renuncia, la auto-traición… (mucha automedicación por ahí también).

Creo que más o menos puedes intuir el resto de la secuencia, que podría ser muy larga.

Tanto literal como no literalmente, tendemos a aplicar remedios externos mucho más que curar desde el interior, que resolver la causa.

Preferimos estar perpetuamente pasando por chapa y pintura antes que atacar la fuente de problemas.

O a veces ignoramos que exista otra opción, vale. Es cierto que no necesariamente conocemos alternativas.

No obstante, en muchas ocasiones sí que las conocemos y aun así persistimos en nuestra cruzada por paliar indefinidamente en lugar de solucionar permanentemente.

Ojo, trabajar desde fuera también puede ayudar, pero no debería ser el foco principal si lo que realmente queremos es erradicar la mierda

¿De qué estoy hablando exactamente?

Pues de todo en general. Tanto lo físico como lo mental o emocional o conductual.

Todo lo dicho hasta ahora puede aplicar perfectamente para cualquiera de esos ámbitos.

Lo que pasa es que los ejemplos más ligados a lo físico parece que consiguen transmitir mejor el concepto que estoy compartiendo aquí.

Ejemplo típico y que hace referencia directa al título: el acné

Venga cremitas, ungüentos limpiadores, tónicos, exfoliantes, secantes, desinfectantes, humectantes, hidratantes… Todo para “curar” el acné.

Bueno, curar lo que se dice curar, como que no. Ya lo dije antes: más bien se trata de paliar (síntomas).

Esos dichosos granitos y granazos que te salen en la cara (y en otros sitios) son producto de una serie de procesos que ocurren en tu cuerpo internamente. Ya solo con esto parece bastante lógico que con un tratamiento externo el problema no se va a solucionar.

Si la fuente generadora de granos, por llamarlo así, sigue en activo cual volcán (no es mal ejemplo del todo jaja), por mucho que tú le pongas cremitas a esos granitos, poco vas a conseguir más allá de crear la falsa (y temporal) realidad de una piel más sana.

Es como si te pudieras lijar la cara y alisarla, haciendo desaparecer esos molestos granos.

¿Cuánto crees que tardarán en volver a aparecer? Pues no mucho, si sigues alimentando desde dentro a la fuente generadora.

En este caso, la alimentación es clave. Comer porquerías es lo opuesto a lo que te va a ayudar.

Obviamente también existen otros factores que te ayudarán, pero en este caso concreto lo primero que te recomendaría es que examinases a conciencia lo que comes.

Luego ya, si aun comiendo bien de verdad sigues teniendo algún problemilla (seguro que bastante menor a si comieras mal), ya podríamos empezar a hablar de otras cuestiones: tema físico, estrés, etc.

Es decir, no necesitamos ponernos productos externamente si hacemos bien las cosas desde dentro.

Una vez entendido este ejemplo físico/tangible, resulta más fácil extrapolarlo hacia todas las otras áreas (mental, conductual, emocional…).

Al final todo se reduce a lo mismo: ir a lo fácil o a lo adecuado

+ Puedes elegir mentir u optar por ser fiel a tus ideas aunque ello signifique entrar en conflicto.

+ Puedes distraerte y evitar pensar en eso que sabes que necesitas solventar, o bien puedes hacerle frente y dejar de huir, por mucho miedo que te dé.

+ Puedes comprometerte de una vez por todas en alimentarte como un humano en lugar de ir cada X meses a hacerte una lipo.

+ Y puedes decidir ahora mismo empezar a crear la vida que quieres de verdad, aunque sepas con total seguridad que vas a caerte y hacerte daño, y que vas a renunciar a algunas tranquilidades. Pero estarás viviendo tu vida a tu manera, con tus reglas, en lugar de seguir el juego de otro.

Recuerda:

No deseches las ayudas externas pero ten presente que trabajar y construir desde dentro es lo que te permitirá crear una base sólida y duradera en cualquier cosa que te propongas 🙂

2 comentarios en «Trabajando más desde dentro que desde fuera (o por qué las cremitas anti-acné no sirven de mucho si sigues comiendo porquerías)»

  1. Hola Lau:

    Bueno, echándole un vistazo al nuevo “enfoque” de tu blog. ¿Sabes qué? La vida sana parece como que siempre ha sido algo misterioso y difícil de alcanzar, porque tenemos ese tópico de que todo se trabaja en el exterior, y por contra obviamos o mejor dicho, subestimamos el poder interior.

    Yo siempre he pensado que por mucho que trabajes tu físico y tu estado externo, si por dentro estás echo polvo, tu cuerpo al final lo representará.

    Siempre me ha gustado llevar mi cuerpo hasta su límite y que me vaya diciendo poco a poco cómo mejora y en qué medida podemos avanzar. Pero todo juntos, como en equipo, mi cuerpo y mi mente. Creo que es lo mejor.

    Un abrazo y enhorabuena por el cambio de enfoque. (¡¡ojo!!, que no es que el anterior no me gustase, pero este me gusta más 🙂

    Responder
    • Hola, Antonio! 🙂

      Qué bien que vengas de visita ^^
      Yo creo que según la persona (como todo), el concepto de vida sana puede resultar complejo o sencillo, o puede dársele prioridad o no, o pueden llevarse a cabo prácticas erróneas creyendo que se está haciendo bien (de ahí la maravilla de aprender para no liarla).

      Pero desde luego sí que creo, al igual que tú, que tenemos un sesgo hacia el exterior, hacia lo físico. Y es totalmente cierto que por muy saludable que sea tu vida, si psicológicamente estás mal, eso se va a reflejar a nivel fisiológico. Cuerpo y mente van de la manita 🙂

      Aiss, me alegro mucho de que te guste la nueva decoración ^^

      Otro abrazo de vuelta!

      Responder

Deja un comentario